miércoles, 18 de agosto de 2010

Noche de Soledad

  Vosotros, los que sois hermanos míos,
 pobres hombres cercanos y distantes,
 los que en la alta región de las estrellas
 un consuelo soñais a vuestros males;
vosotros, los que mudos a la noche
débilmente estrellada, alzáis unidas
 vuestras delgadas manos dolorosas
y sufrís y veláis en vuestra vida,
 pobre grey vagabunda; navegantes
 sin estrella y sin suerte por el mundo,
 extraños, y, no obstante, a mi alma unidos,
 devolvedme, afectuosos, el saludo

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