miércoles, 18 de agosto de 2010

Dos corazones heridos



por la misma enfermedad,
los dos se quitan la vida
por no decir la verdad.
Qué pena es estar fingiendo
que es sólo amistad
cuando lo que yo siento por ti
es que te quiero de verdad.
Qué triste es amar
y no saber dónde ir,
pero más triste es amarte
y no podértelo decir.
Tengo miedo de perderte,
tengo miedo de amarte,
tengo miedo de quererte
y también de olvidarte.
Tus ojos marrones,
me inspiran valor
pero no puedo decirte
que sufro por TU AMOR.

Amor eterno

A mi corazón le pregunté
si puede ser que te olvide
y sonriendo me dijo:
¡No sueñes con lo imposible,
cariño!
Amar y querer
fue mi alegría,
pero nunca olvidaré
al amor que yo quería.
Amores he tenido,
amores tendré,
pero a ti nunca
te olvidaré.
Dicen que la distancia
olvida el amor más profundo,
pero yo no te olvido
aunque te saquen del mundo.
Dos violetas en el agua
no se pueden marchitar.
Los amores que se quieren
no se pueden olvidar.
El pájaro pide agua,
el preso libertad
y tú le pides a [quien proceda]
que no te olvide jamás.
En el mar Mediterráneo
se ha perdido un alfiler;
el día que lo encuentre
te dejaré de querer.
En el Océano Pacífico
se ha perdido un alfiler;
el día que yo lo encuentre
te dejaré de querer.
Entre rosas he nacido,
entre rosas moriré,
pero a ti, [Fulano/a],
nunca te olvidaré.
Estaba yo en la horca
con la sentencia concluida.
Si te olvidaba,
me perdonarían la vida.
Pero yo le dije al verdugo
con voz muy tierna y sensible:
TIRE DE LA CUERDA, VERDUGO,
OLVIDAR ES IMPOSIBLE.
Hace tiempo que te conozco
y nunca me cansaré de quererte,
aunque ahora no esté contigo,
algún día llegaré a tenerte.
La imagen de tu sonrisa
la tengo grabada en la mente
y aunque tuviera 100 vidas
no dejaría de quererte.
Las flores de mi jardín
florecen en primavera
pero mi amor por ti
florece la vida entera.
Lo que voy a decirte es cierto
y me lo puedes creer:
que antes que yo te olvide,
el mundo se ha de caer.
Nunca digas adiós,
es una palabra muy triste.
Dos personas que se quieren
nunca podrían despedirse.
Pasó el tiempo,
pasaron los años,
pero por mucho tiempo que pase,
te seguiré amando.
Podrá nublarse el sol eternamente;
podrá secarse en un instante el mar;
podrá romperse el eje de la tierra
como un débil cristal.

¡Todo sucederá! Podrá la muerte
cubrirme con su fúnebre crespón;
pero jamás en mí podrá apagarse
la llama de tu amor.
(Gustavo Adolfo Bécquer)
Si dos gotas de agua
no se pueden separar,
dos amores
no se pueden olvidar.
Si quieres que te olvide,
pinta un pino en la pared.
Cuando ese pino dé piñas,
entonces te olvidaré.
Siempre pienso en ti
como algo muy especial;
siempre estarás dentro de mí
y no te olvidaré jamás.
Te tengo que estar queriendo
hasta después de la muerte,
que muerto también se quiere.
Yo te quiero con el alma,
que el alma nunca muere.
Tu nombre lo escribí en la arena
y lo borraron las olas del mar;
ahora lo escribo en las rocas
y nadie las podrá borrar.
Un día estaba en la horca
con la sentencia leída:
si dejaba de quererte,
me perdonarían la vida.
Y yo le dije al verdugo,
con palabras muy sensibles:
Tire de la cuerda, amigo,
que olvidar es imposible.
Un día subí al cielo
y firmé un acuerdo con Dios:
que el día que te mueras,
ese día me muero yo.
Una rosa se deshoja,
un castillo se derrumba,
pero el amor que siento
me lo llevo hasta la tumba.

AMOR

El primer amor

Cuando una chica llora
y no sabe la razón,
es que algo ha nacido
dentro de su corazón,
algo que dicen que es dolor,
algo que a los 12 años
llaman el primer AMOR.
El primer amor es verdadero:
los demás son
para olvidar el primero.
El primer amor
nunca se olvida,
es como una cicatriz
que dura toda la vida.
El primer beso no se da con la boca sino con los ojos.
Una mirada primero
una sonrisa después
luego un beso en los labios
y así empecé a querer.

Sol de la tarde

Sí, yo recuerdo muy bien esta habitación!
Esta pieza y la otra se han alquilado
a empresas comerciales:
toda la casa está ocupada
por comerciantes, agentes, compañías.
Ah, yo conozco muy bien esta habitación...!
El diván estaba allí, junto a la puerta,
y al pie de él un tapiz de Turquía.
Al lado, la repisa con dos floreros amarillos.
A la derecha, no, enfrente, un armario con espejo.
En el centro, una mesa y tres grandes sillas de paja.
Cerca de la mesa, el lecho
donde nos amamos tantas veces.
Pobres muebles,
aún deben existir en algún lado...
Cerca de la ventana, el lecho.
El sol de la tarde daba justo en el centro.
Un día, a las cuatro,
nos separamos por sólo una semana.
Ay!, esa semana dura todavía .

Noche de Soledad

  Vosotros, los que sois hermanos míos,
 pobres hombres cercanos y distantes,
 los que en la alta región de las estrellas
 un consuelo soñais a vuestros males;
vosotros, los que mudos a la noche
débilmente estrellada, alzáis unidas
 vuestras delgadas manos dolorosas
y sufrís y veláis en vuestra vida,
 pobre grey vagabunda; navegantes
 sin estrella y sin suerte por el mundo,
 extraños, y, no obstante, a mi alma unidos,
 devolvedme, afectuosos, el saludo

SIDDHARTHA

SIDDHARTHA
"...Qué extraña ha sido realmente mi vida! -pensó-. Qué rodeos tan curiosos ha dado!...Qué camino el mío, sin embargo! Cuánta estupidez, cuántos errores, disgustos, dolores y desilusiones he tenido que soportar sólo para poder volver a ser un niño y empezar de nuevo!...He tenido que probar la desesperación, rebajarme ante la más insensata de las ideas, la del suicidio, para poder sentir la gracia, para volver a oír el Om, para volver a dormir bien y a despertarme tranquilo. He tenido que convertirme en un loco para redescubrir el Atmán en mi interior. He tenido que pecar de nuevo para poder revivir. ¿Por dónde me llevará aún mi camino? Es un camino absurdo, que avanza dibujando curvas, tal vez en círculo. Que avance como quiera. Yo lo seguiré...
 ¿No era acaso el tiempo la sustancia de todo sufrimiento? No era el tiempo la causa misma de todo temor y toda tortura? No se suprimiría acaso todo el mal, toda la hostilidad del mundo en cuanto el tiempo fuera superado, en cuanto se aboliera la idea de tiempo?..."
 "No, un auténtico buscador, alguien que realmente deseara encontrar, no podía aceptar doctrina alguna. Pero, el que ha encontrado sí puede adoptar cualquier doctrina, todas, todos los caminos y objetivos..."
 "En ese momento dejó Siddhartha de luchar contra el destino, en ese momento dejó de sufrir..."
 "Cuando alguien busca, suele ocurrir que sus ojos solo ven aquello que anda buscando, y ya no logra encontrar nada ni se vuelve receptivo a nada porque sólo piensa en lo que busca, porque tiene un objetivo y se halla poseído por él. Buscar significa tener un objetivo, pero encontrar significa ser libre, estar abierto, carecer de objetivos..."
 "La sabiduría no es comunicable. La sabiduría que un sabio trata de comunicar a otros suena siempre a locura...No bromeo, te digo lo que he encontrado. El saber puede comunicarse, pero la sabiduría no. Es posible encontrarla, vivirla, dejarse llevar por ella, y hasta hacer milagros con ella, pero comunicarla y enseñarla es imposible..."
 "Es la mejor de todas mis ideas: lo contrario de toda verdad es también verdadero. Me explico: una verdad sólo se puede defender y traducir en palabras cuando es unilateral. Y unilateral es todo cuanto puede concebirse con ideas y expresarse con palabras: es todo unilateral, todo mitad, todo desprovisto de totalidad, de redondez, de unidad. Cuando el sublime Gotama hablaba del mundo en sus prédicas, tenía que dividirlo en samsara y en nirvana, en ilusión y en verdad, en sufrimiento y en liberación. Imposible hacerlo de otro modo, no hay otro camino para quien quiera enseñar. Pero el mundo en sí mismo, lo que existe a nuestro alrededor y dentro de nosotros mismos nunca es unilateral. Nunca un hombre o una acción cualquiera es del todo samsara o del todo nirvana; nunca un hombre es totalmente santo o totalmente pecador. Nos parece que así fuera porque vivimos bajo la ilusión de que el tiempo es algo real. El tiempo no es real, Govinda, y esto es algo que he experimentado repetidas veces. Y si el tiempo no es real, la distancia que parece mediar entre el tiempo y la eternidad, entre el sufrimiento y la bienaventuranza, entre el bien y el mal, es también una ilusión..."
 "El mundo no es imperfecto ni se encuentra en vías de un lento perfeccionamiento. No, es ya perfecto en cada instante: cada pecado lleva en sí la gracia, en cada niño alienta ya el anciano, todo recién nacido contiene en sí la muerte, todo moribundo, la vida eterna. Ningún hombre es capaz de ver hasta que punto del camino ha avanzado su prójimo; en el ladrón y el jugador de dados aguarda Buda, en el brahmán puede ocultarse un bandido. La meditación profunda ofrece la posibilidad de abolir el tiempo, de ver simultáneamente toda la vida pasada, presente y venidera, y entonces todo es bueno, todo es perfecto, todo es Brahma. Por ello me parece bueno todo lo que existe: la vida no menos que la muerte, el pecado tanto como la santidad, la inteligencia no menos que la estupidez. Todo ha de ser así, todo no pide sino mi aprobación, mi buena voluntad, mi comprensión amorosa; y en ese caso, es bueno para mí, sólo podrá estimularme, nunca podrá hacerme daño. He experimentado en cuerpo y alma que me hacían falta el pecado, la concupiscencia, el afán de lucro, la vanidad y la más ignominiosa de las vanidades para aprender a vencer mi resistencia, para aprender a amar al mundo y a no compararlo más con algún mundo deseado e imaginado por mí, con algún arquetipo de perfección inventado por mi cerebro, sino dejarlo tal como es, y amarlo e integrarme a él con gusto..."
 "Pero no me hagas seguir hablando de esto. Las palabras son nocivas para el sentido secreto de las cosas; todo cambia ligeramente cuando lo expresamos, nos parece un poco deformado, un poco necio...; sí, y esto también es muy bueno y me agrada mucho: también estoy de acuerdo en que lo que constituye el tesoro y la sabiduría de un ser humano ha de sonar siempre un poco necio a oídos de otros..."
 "Sí, puedo amar una piedra, Govinda, así como un árbol y hasta un pedazo de corteza. Son cosas, y las cosas pueden ser amadas. En cambio soy incapaz de amar las palabras. Por eso las doctrinas nada significan para mí; no tienen dureza, ni blandura, ni colores, ni cantos, ni aroma, ni sabor: no tienen más que palabras. tal vez sea esto mismo lo que te impide encontrar la paz; tal vez sea todo este exceso de palabras. Pues también liberación y virtud, también samsara y nirvana son simples palabras, Govinda. No hay objeto alguno que sea el nirvana; sólo existe la palabra nirvana...Y hablando francamente, las ideas tampoco me importan demasiado. Más me interesan las cosas..."
 "Y he aquí una doctrina de la que vas a reírte: el amor, Govinda, me parece la cosa más importante que existe. Analizar el mundo, explicarlo o despreciarlo acaso sea la tarea principal de los grandes filósofos. Yo en cambio lo único que persigo es poder amar al mundo, no despreciarlo, no odiarlo a él ni odiarme a mí mismo, poder contemplarlo -y con él a mí mismo y a todos los seres- con amor, admiración y respeto..."